Cuando notes que el flujo de agua purificada disminuye será síntoma de que los filtros están ligeramente obstruidos. En este momento, lo único que tienes que hacer es limpiar los filtros. Para ello deberás desmontar los filtros y frotarlos fuertemente con un estropajo y agua limpia (sin jabón). De esta forma conseguirás que el microporo cerámico de los filtros vuelva a abrirse.
Si tienes que dejar de usar el equipo durante varios días te recomendamos que desmontes los filtros, los seques y los guardes en un lugar sin humedad.